Desde hace rato, tenemos a estos hombres infiltrados en los gobiernos, los partidos políticos, los movimientos sociales y en casi todo. Los ves defendiendo una causa, pero a cambio de un centavo en sus honorarios, son capaces de vender su alma a aquellos, que hace solo un instante odiaban.
Vamos a ponerlo en contexto con la realidad panameña y para eso, tenemos que hacer historia. Te llegan con el discurso incendiario, que con el cansancio de ver que no hacen nada, todos queremos oir. Te hacen creer, que el rico va dejar de ser rico para darles su dinero a los pobres. Comienzan con la perorata de las luchas de clases y hasta nos transportan a la época colonial: Españoles, criollos, iglesia, comerciantes, militares, esclavos, etc. Pausa en mi pensamiento. ¿Quiénes son los nuevos ricos? ¿No han creado acaso un círculo vicioso, donde los valores para alcanzar esas riquezas distan mucho de resolver el problema de los pobres? Han infiltrado traidores en todas las áreas de acción de la sociedad panameña. Otrora, defensores de la civilidad nacional, hoy son lame botas de un corrupto. Te mienten en la cara, sin pestañar, convencidos que un par de idiotas le celebran su arrogancia ante unos órganos de Estado, lentos, cómplices y miedosos.
El discurso de estos hombres, está cargado de veneno hacia los grandes males que no afectan, pero no es más que la estrategia para ganarse tu confianza. Te prometen el cielo y la tierra con plata ajena. Te dan regalos, que como tontos recibimos y que el final tenemos que pagarlos nosotros mismos. Basta ver los auxilios económicos, basta ver la repartición de los fondos de la descentralización, pero el gimnasio del Moscote está condenado. No se puede usar.
No me pregunten de ricos y pobres. Solo debemos distinguir sobre mentiras y verdades. Esos infiltrados, no necesariamente son esos que no disimulan que son malos. Ahora veremos a los caritas de yo no fui, pelearse para ver quién va a la cabeza de una alianza, sin importarles, si resuelven, o tratan de resolver, los problemas prioritarios de los panameños. Ahora es que inicia el tira y hala político
Consideraciones del autor
Tenemos que levantar las voces de protesta, denunciar, participar, deplorar, repudiar y todos aquellos verbos que puedan manifestar nuestro total rechazo a los que esté malo.
Agradezco a mis lectores y amigos por sus comentarios a mis escritos.
Gracias por leer mis aportes en este blog. Recuerda: El conocimiento es infinito… y gratis.