Con el repunte de los contagios en esta pandemia, siempre está el dilema de si volvemos a la virtualidad. Comprendo la preocupación de muchas, pero quiero revisar unos puntos, sin que me cran ultra materialista. Simplemente lo pongo en perspectiva y que cada uno saque sus conclusiones.
Después de dos años de para, la industria de los buses colegiales, está tomando un respiro. Pase por la parada de buses que está afuera de las instalaciones del Instituto José Dolores Moscote y pregunte al fabricante de empanadas que tiene un local ahí, cuántas empanadas vende ahora que están los estudiantes en clases. De igual forma al raspadero que está cerca de ese lugar, y la sucursal de un local de comida rápida que queda muy cerca. Considero que la alarma y la contingencia, debe manejarse de manera científica. No podemos bajar la guardia con las medidas de bioseguridad en los centros escolares y mucho menos en las casas. Respeto y respetaré a los que están a favor y en contra de las vacunas. Sin embargo, debemos ver a futuro el bienestar de nuestros hijos. Si, esos que alguna vez llamaron los “hijos predilectos”. Vaya y pregunte al local que se dedica a sacar copias.
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La vorágine de la impotencia por la pandemia, el alza de los combustibles, las confesiones abiertas de algunos sobre supuestos privilegios para conseguir trabajo y quienes exigen que también le toque “algo” de aquello que otros despilfarran. Además, de la mirada indiferente y muchas veces cómplice de algunos, no puede ser el pensamiento conformista de este país.
O sacamos al país de esta crisis o simplemente nos aguantamos la vergüenza nacional de no hacer nada por la educación. De nada sirve, la firmas de pactos y acuerdos internacionales, si no ponemos el ejemplo de lo que verdaderamente queremos como país. Yo, apuesto por la educación. A todos nos toca algo de responsabilidad. Esta pandemia ha sido democrática, nos ha afectado a todos por igual, solo la equidad quedó olvidada cuando los recursos propios, se fueron huyendo del bolsillo de los más necesitados, y que serán los más afectados cuando el tiempo nos pase la factura.
Consideraciones del autor
Tenemos que levantar las voces de protesta, denunciar, participar, deplorar, repudiar y todos aquellos verbos que puedan manifestar nuestro total rechazo a los que esté malo.
Agradezco a mis lectores y amigos por sus comentarios a mis escritos.
Gracias por leer mis aportes en este blog. Recuerda: El conocimiento es infinito… y gratis.