En Panamá, el proceso de contratación de personal en el sector público y privado se ha convertido en un fenómeno complejo donde la meritocracia muchas veces sucumbe ante el referido. La selección de empleados basada en capacidades y competencias ha sido desplazada por conexiones políticas, familiares o personales, lo que genera serios problemas en la eficiencia y productividad de las instituciones y empresas.
La problemática en el sector público
El Estado panameño ha sido históricamente un gran empleador, pero en muchas ocasiones las contrataciones responden a favores políticos más que a las capacidades profesionales de los aspirantes. Muchos empleados son nombrados por recomendación de diputados, alcaldes o figuras políticas de relevancia, sin importar si poseen las competencias necesarias para desempeñar sus funciones.
Esto repercute directamente en la eficiencia operativa de las instituciones, pues al no contar con el personal idóneo, los procesos administrativos se tornan ineficaces, afectando la calidad del servicio público y generando descontento en la ciudadanía. En algunos casos, también se observa que los salarios asignados a ciertos funcionarios no se corresponden con el grado de responsabilidad del puesto, lo que incrementa los costos del aparato estatal sin garantizar un mejor desempeño.
El problema en el sector privado
Si bien las empresas privadas han tenido un mayor grado de flexibilidad para contratar a su personal, en los últimos años se ha observado una tendencia preocupante: el favoritismo en la selección de empleados. Muchas empresas contratan familiares o allegados sin la debida preparación, lo que afecta el desempeño general y puede generar conflictos internos.
El riesgo de contratar personas sin la debida capacitación en posiciones clave puede traducirse en pérdidas económicas, mala gestión de recursos y un impacto negativo en la reputación de la empresa. La falta de evaluaciones objetivas y procesos de selección rigurosos también disminuye la competitividad del sector privado, pues impide que profesionales capacitados accedan a oportunidades de trabajo en igualdad de condiciones.
Posibles soluciones
Ante esta situación, es necesario implementar medidas que garanticen contrataciones más transparentes y basadas en la meritocracia. Algunas de las posibles soluciones son:
Reformas en las contrataciones públicas
Establecer criterios estrictos para la selección de funcionarios, donde las competencias profesionales sean el principal requisito para acceder a un cargo.
Implementar concursos de méritos y evaluaciones objetivas para garantizar que las plazas sean ocupadas por los candidatos mejor calificados.
Regular el nombramiento de personal recomendado por figuras políticas, asegurando que cumplan con los requisitos mínimos exigidos para el cargo.

Fortalecimiento de la gestión en el sector privado
Fomentar una cultura de selección basada en el desempeño, evitando la contratación de familiares sin las competencias adecuadas.
Implementar sistemas de evaluación y capacitación para garantizar que los empleados cuenten con las habilidades necesarias para sus funciones.
Promover políticas de transparencia y equidad en los procesos de contratación para fortalecer la competitividad empresarial.
Sensibilización y conciencia ciudadana
Fomentar el debate público sobre la importancia de la meritocracia y sus beneficios en el desarrollo del país.
Exigir mayores controles y rendición de cuentas a las entidades responsables de la gestión de personal en el sector público y privado.
Promover iniciativas que incentiven la contratación de talento joven y profesional, reduciendo así́ la brecha de oportunidades laborales.
En conclusión, el problema de las contrataciones en Panamá́ es un tema crítico que afecta tanto al sector público como al privado. La falta de procesos de selección transparentes y basados en la meritocracia limita la eficiencia y productividad del país. Es fundamental que se implementen reformas que garanticen contrataciones justas y equitativas, asegurando que los cargos sean ocupados por personas con las competencias necesarias para desempeñarlos eficientemente. Solo así́ se podrá́ fortalecer el desarrollo económico y social de Panamá́ a largo plazo.