Las protestas en varios países de ciudadanos exigiendo un alto a las restricciones aplicadas por los Estados como medidas para contener los contagios por la covid-19 llamaron la atención este fin de semana.
En Panamá también viene creciendo este rechazo, y si bien las decisiones de las autoridades sanitarias no se pueden considerar caprichosas, tampoco lo son los reclamos de los ciudadanos que, además de las afectaciones a la salud que ha traído la covid-19, deben enfrentar el desasosiego económico que provocó este mal.
En ese frágil contexto destaca algo positivo, y es la concurrencia masiva de jóvenes a las jornadas de vacunación adelantadas por el gran volumen de vacunas que están llegando al país.
Son estos ciudadanos jóvenes los que están enviando el mensaje más claro, ese de que tenemos que aprender a vivir con el virus y a la vez tener la oportunidad de desempeñarnos en las actividades económicas que permitan a cada uno lograr su sustento económico.
Lo haremos vacunándonos y aplicando las medidas de bioseguridad que ya deben formar parte de nuestra cotidianidad.


