Laurentino Cortizo llegó al Palacio de las Garzas por afuera de su partido. No era del CEN y su unión de fuerzas lo puso en el taburete presidencial, pero dos años después la decepción está por todos lados.
Su apariencia y tono fuerte contra la corrupción y el juega vivo tuvieron muchas simpatías, pero todo ha quedado en palabras, porque sigue habiendo intocables y la lista de escándalos es larguísima.
Lo peor es que Nito parece ausente y no tiene un equipo competente que lo acompañe porque su vice es errático y politiquero, y lo único que le ha aportado han sido escándalos y decepción.
Para rematar, el ‘GobierNito’ está sacudido por la mortal pandemia de la covid-19 y en dos años de gestión los retos de recuperar los empleos, bajar los precios de la comida y darles seguridad a los ciudadanos son cada día mayores.
Si Nito no da un cambio de dirección, se acelerará la presión social, que no siempre se sabe dónde puede terminar.
Señor presidente, deje de gobernar para el PRD y sus amigos, hágalo bien por Panamá, que tanto lo necesita.