En el panorama internacional, pocos temas han despertado tanta polémica en los discursos del expresidente Donald Trump como el Canal de Panamá. Desde que dejó la Casa Blanca, Trump ha lanzado declaraciones que han encendido debates globales, y una de sus afirmaciones recurrentes es que “los chinos controlan el Canal de Panamá”. Pero ¿qué hay detrás de estas declaraciones? ¿Son hechos, o simplemente otra narrativa para alimentar la controversia?
El Canal de Panamá: Una joya estratégica
Desde su inauguración en 1914, el Canal de Panamá ha sido un punto estratégico en el comercio mundial, conectando los océanos Atlántico y Pacífico. En 1999, tras más de 80 años bajo control estadounidense, Panamá asumió su plena soberanía sobre el canal gracias a los tratados Torrijos-Carter. Desde entonces, la administración ha estado exclusivamente en manos de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), una institución panameña.
Sin embargo, Trump ha insistido en que el canal “fue entregado” a China, insinuando que este país ejerce un control directo sobre la operación de esta vía. Estas declaraciones han generado alarma en ciertos sectores de la opinión pública estadounidense, pero ¿tienen algún fundamento?
El mito del control chino
Para entender esta acusación, es crucial separar los hechos de la ficción:
1. Hecho: El Canal de Panamá es operado por la ACP, una entidad panameña autónoma que no está vinculada a ningún gobierno extranjero.
2. Mito: Trump afirma que China controla el canal. Esta idea proviene del hecho de que empresas chinas, como Hutchison Whampoa, operan ciertos puertos cercanos al canal (Balboa y Cristóbal), pero no tienen injerencia en la gestión del canal en sí.
La confusión puede deberse a una interpretación errónea o malintencionada de las inversiones chinas en Panamá, que forman parte de su estrategia de expansión global. Sin embargo, afirmar que “los chinos controlan el canal” es una simplificación extrema, alejada de la realidad.
¿Por qué Trump Está Obsesionado?
El discurso de Trump sobre el Canal de Panamá puede tener múltiples motivaciones:
Nacionalismo económico: Durante su presidencia, Trump promovió una visión proteccionista y anti-China, utilizando argumentos como este para justificar medidas económicas y diplomáticas.
Desinformación intencionada: Estas declaraciones podrían ser parte de su estrategia política para alimentar la percepción de una amenaza extranjera.
Fascinación histórica: El canal fue construido por Estados Unidos, y Trump podría ver su devolución a Panamá como una “pérdida” de poder estadounidense en la región.
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— The Panama Canal (@thepanamacanal) October 4, 2024
¿Qué dice Panamá?
Panamá ha sido claro en reiterar que el canal es una operación soberana. La ACP ha demostrado ser una de las administraciones más eficientes y transparentes en el país, generando miles de millones de dólares en ingresos para el gobierno panameño.
En respuesta a los comentarios de Trump, el gobierno panameño ha calificado estas declaraciones como “infundadas” y ha instado a la comunidad internacional a no caer en teorías conspirativas que solo buscan sembrar desconfianza.
Una narrativa para la audiencia de Trump
Al final, las afirmaciones de Donald Trump sobre el Canal de Panamá parecen más dirigidas a su base de seguidores que a un análisis serio de la geopolítica. Al mezclar datos con teorías infundadas, logra captar la atención de los medios y reforzar su narrativa anti-China, pero a costa de tergiversar la realidad de uno de los mayores logros de la ingeniería mundial.
El Canal de Panamá sigue siendo un símbolo de soberanía para Panamá y una pieza clave en el comercio global, lejos de las conspiraciones que intentan empañar su legado.