Durante todo el año, hemos visto cualquier cantidad de cosas. Algunas han impactado personalmente de una forma directa o indirecta. Nuestra justicia no mejoró nada. Es más… empeoró. Vimos cómo se burlaron, y burlan en nuestras caras con todos los escándalos y desatinos que ha habido en el país. Eso por lo que vemos, seguirá pasando y ya para algunos, es parte de nuestra cultura. Me niego a esta última afirmación. Aunque el Estado panameño o mejor dicho los gobiernos, han fallado. Nuestra consciencia y decencia nos dice que debemos seguir luchando por un Panamá digno para todos los que vivimos en este suelo.
Aprovechando la temporada de fin de año, te llamo un momento a reflexionar. Sé que para mucha gente, esta pandemia ha sido la destrucción de su tranquilidad y nos ha dejado con luto y dolor por la pérdida de algún familiar, amigo o conocido.
Pero si a ti no te ha tocado de una manera destructiva, debemos dar gracias que pudimos mantener algún ingreso y soportar los embates de lo que esta tragedia ha provocado. Las fiestas de fin de año, siempre han sido un motivo para compartir.
Mira a tu izquierda, derecha, atrás, adelante, arriba y abajo. Seguro tienes algún familiar o amigo que la ha pasado peor que tú. Este es el momento de ayudar, y no necesariamente tienen que ser en esos grandes eventos que hasta se han comercializado. Los que podemos dar, estamos en una situación privilegiada, porque estamos del lado que necesita poco o no necesita. La ayuda siempre debe ser de manera voluntaria y no debe ser vista como una caridad. Cuando ayudamos, despertamos el lado noble del ser humano, aquel que tiene raciocinio y que tiene emociones. Yo, como siempre, saco un espacio para Hogar Bolívar de Ancianos, pero también veo a los míos… Familia es familia.
Consideraciones del autor
Tenemos que levantar las voces de protesta, denunciar, participar, deplorar, repudiar y todos aquellos verbos que puedan manifestar nuestro total rechazo a los que esté malo.
Agradezco a mis lectores y amigos por sus comentarios a mis escritos.
Gracias por leer mis aportes en este blog. Recuerda: El conocimiento es infinito… y gratis.