Los escritos de este blog, se publican en el sitio web de Mi Diario. Además los comparto en las redes sociales Twitter, Facebook, Instagram y Whatsapp. En esa divulgación de mis pensamientos, un señor, policía jubilado, me pidió que escribiera de la forma como tratan a los jubilados y pensionados cuando reclaman sus derechos. Me dice: “Trabajé mucho tiempo en la Policía Nacional.
Durante esa vida en la institución me quedaron debiendo como 10 años de vacaciones, que los estoy reclamando ahora. Voy a la Policía a averiguar el estatus de mi reclamo y hay que subir unas escaleras como para que me desanime. Yo no puedo ir porque me cuesta caminar y van mis hijas por mí. Cuando las atienden, se pasan la pelota entre departamentos…Pareciera que están esperando que me muera para no darme lo que por derecho me corresponde y que llevo 4 años en estos trámites…”
La historia de este abuelito de 95 años solo es una de las tantas historias que en carne viva sufren ellos y mucho de nosotros cuando vamos a hacer un trámite en las instituciones del Estado y es lo que me lleva al tema de en cuál categoría nos ubicamos como ciudadanos.
Si participo en una marcha o protesta, soy yeyé o ricachón. Si critico al Gobierno soy un mal panameño y atento contra los intereses del país. Etc. Estos discursos, para los que tienen memoria corta, son los mismos que se utilizaron en tiempos de la dictadura. Cobran fuerzas ahora cuando los “hijos de Omar” están en el poder.
Lo relaciono con el título de este escrito. Solamente para dejarlo en contexto, esto lo escribo al día siguiente que anunciaron la eliminación de los toques de queda en muchas áreas del país. ¿Solo la Consejera y la Ministra de Trabajo podían participar en eventos o fiestas en tiempo de pandemia? ¿Los gobernantes eran los únicos que podían organizar bailoteo (Atlapa) en tiempos que estaban prohibidos?
¿Solo los Diputados pueden calumniar a las personas sin que tengan consecuencias? ¿ Solo los gobernantes y sus mimados pueden tener licencias con sueldo y estar nombrados en otra institución cobrando? ¿ Solo los allegados o rosca del partido gobernante, sin importar su salario, pueden estudiar maestrías con plata del Estado?
No sé si nuestra Constitución es violada o si todas estas leyes que amparan todos estos desmanes contra la población la hacen inconstitucional, para tratar de entender esta vaina. No habrá fueros ni privilegios… ¿Esto para quién aplica y para quién no? La Justicia debe ser ciega… ¿Esto es real o es un chiste? El poder del pueblo…pero el pago de las campañas salen de los bolsillos de todos, con el cuento aquel de los subsidios electorales, y la poca o nula actuación de las entidades fiscalizadoras.
Cuando aparecen denuncias de malos usos de los recursos del Estado ¿dónde están?. No lo podemos negar, en este país hay gente que se conforma con una bolsa de comida, una cabeza de puerco o un jamón. La “agenda social” de los gobiernos panameños, no ha sido una agenda para sacar a la gente de la pobreza, todo lo contrario, los ahoga en ella con una dependencia casi adictiva.
No me interesa que partido esté en el gobierno, todos nos han tratado como ciudadanos de última categoría. Pongo como ejemplo cuando una ministra sin cartera, nos reprochaba porque no le agradecíamos al gobierno el estar vacunando. ¿Dónde quedó la vocación de servicio? Si eres ministro de ninguna entidad y te crees súper poderoso… ¿cómo se come eso?
Tenemos que levantar las voces de protesta, denunciar, participar, deplorar, repudiar y todos aquellos verbos que puedan manifestar nuestro total rechazo a los que esté malo
Agradezco a mis lectores y amigos por sus comentarios a mis escritos.
Gracias por leer mis aportes en este blog. Recuerda: El conocimiento es infinito…
y gratis.