Inicia a calentarse el ambiente electoral. Los que se creen dueños del país, y los que se autonombraron herederos de toda la porquería que hemos tenido en estos últimos años.
En lo personal, ya no creo en nada ni en nadie. Veremos a un partido con varios bandos, pulseando la opinión nacional, pero al final el discurso será de “unidad del partido”. Ese libreto ya me lo sé. Marcharán vestidos de los colores patrios y las imágenes de aquellos que serán candidatos, y después los elegidos, aunque sean de dedo, para participar en la contienda electoral nacional.
Seguro algunos apuestan por su histórico porcentaje de cuota de votos. No podemos tapar el sol con una mano. Existe mucha gente que basa su voto en el regalo clientelista. Eso es una realidad. Los que tienen trabajo porque se “pegaron” a un político que le consiguió ese trabajo, dudo mucho que vote por un partido o independiente que no sea el partido del político que lo “ayudó” en ese nombramiento.
Todos se cuidan por no hacer estas afirmaciones para no generalizar, pero esa es una realidad pura y dura. No solo eso, la familia de ese nombrado, por lo menos los cercanos, se solidarizan con esa posición. Es así, porque nadie es dueño del bolsillo ajeno. Es por esto que esta gente eleva a su máxima expresión las actividades clientelistas. Solo queda apelar a la conciencia ciudadana.
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Los gobiernos y sus políticas públicas, nacen con los ganadores de las elecciones. No esperemos más de ahí. Hemos pasado por varias administraciones.
Los escándalos de corrupción han estado en todas. No ha habido una sola política de Estado que trate de resolver de manera integral, los problemas que afectan a los ciudadanos. No habido voluntad. Ni la va haber. Lo que si hemos visto la perdida de millones de balboas. De esto último, ni Houdini lo puedo hacer mejor. La plata se perdió y nadie sabe cómo se perdió.
Consideraciones del autor
Tenemos que levantar las voces de protesta, denunciar, participar, deplorar, repudiar y todos aquellos verbos que puedan manifestar nuestro total rechazo a los que esté malo.
Agradezco a mis lectores y amigos por sus comentarios a mis escritos. Gracias por leer mis aportes en este blog. Recuerda: El conocimiento es infinito…y gratis