No puedo iniciar este escrito sin antes dar la gracias a todas las personas que me llamaron para darme su opinión sobre el escrito anterior. Son mis puntos vista a diversas situaciones.
Aspirando solo, que quien me lea, pueda interesarse en el tema desde su perspectiva.
Ante la danza de millones para cosas que no agregan valor a la calidad de vida de los panameños, hoy quiero dedicar mi escrito al Instituto Oncológico Nacional (ION), FundaCáncer, Fanlyc, Fundación Valle de Lili, a la Unidad de Oncológica del Hospital de Especialidades Pediátricas de la CSS, etc.
Aunque resulte increíble, con tantos avances tecnológicos y científicos, no hemos podido erradicar el Cáncer. Si, ha habido muchos avances.
Las entidades públicas y las iniciativas privadas que ven este flagelo, necesitan recursos económicos y materiales para atender a la gente que va a esos lugares a buscar una esperanza de vida.
Las personas no van a buscar una pastilla para el dolor cabeza. Desde el logro de conseguir una cita, hasta la odisea para conseguir un lugar donde estacionar.
Si tomamos en cuenta que la mayoría de los pacientes de estos centros, necesitan atención especial, como el transporte y para su movilidad.
Yo tengo carro, él tiene carro, nosotros tenemos carro, etc ¿Qué pasa con el que vive en una loma, dónde el acceso para bajar es por veredas?
El cáncer no es aristocrático. Ya se ha hecho costumbre comparar la asignación de millones para la Asamblea y la menudencia presupuestaria dada al ION. ¿Cómo podemos calificar esto?
Uno ve los casos, e inmediatamente cruza los dedos y pide a Dios que no nos toque, ni a nuestros familiares. Las tragedias reales y emocionales que esta enfermedad trae al núcleo familiar, y que muchas veces traspasa esa barrera de la familiaridad.
Con recursos o sin recursos. Y cuando hablo de recursos, estoy hablando de plata, la carantoña positiva familiar es vital y necesaria.
Con esta enfermedad, no dudemos en ayudar a quien lo necesite. En la medida de nuestras posibilidades, apoyemos aquellas iniciativas que tratan de concienciar a la población sobre los temas de prevención, atención y ayuda.
A los que por un azar inexplicable, les toca lidiar con esta enfermedad. Un aplauso para aquellos que logran superarlo y un abrazo infinito para aquellos que se preocupan por sus familiares a cada momento.
En este país de danza de millones solo para lograr la reelección de algunos, no tiene nombre que falten recursos para Salud y educación. Es ahí donde te das cuenta que los que manejan la cosa pública, no piensan por mí ni por ti.
Abrazos y bendiciones para todos.
Consideraciones del autor
Tenemos que levantar las voces de protesta, denunciar, participar, deplorar, repudiar y todos aquellos verbos que puedan manifestar nuestro total rechazo a los que esté malo.
Agradezco a mis lectores y amigos por sus comentarios a mis escritos. Gracias por leer mis aportes en este blog. Recuerda: El conocimiento es infinito… y gratis.