El 2 de abril de 2022 recién pasado, se cumplieron 50 años de la entrada en vigencia del Código de trabajo de la República de Panamá. Este lunes 25 de abril, vimos desplegados anuncios publicitarios gubernamentales, resaltando este hecho. Quiero referirme a este hecho, contextualizando la época y algunas consideraciones que creo se deben señalar.
En la década, cuando se aprobó esta ley laboral, muchos de los países de América y de otras latitudes, estaban gobernados por dictaduras militares, razón esta, donde la consigna del Pueblo contra la Oligarquía, era la muletilla de casi todos los discursos. Entiendo perfectamente el sentimiento de algunos, en poner en perspectiva esa lucha de clases.
Lo cierto es que los gobiernos militares, explotaron ese sentimiento para incorporar a sus supuestos planes de gobierno, a la dirigencia de los trabajadores, transportistas, maestros y muchos otros que se plegaron a esas ideologías.
Ese falso pensamiento de que los dineros de los ricos pasarían a los pobres, no fue más que eso. Un pensamiento falso. Lo que sí es cierto, es que muchos de esos dirigentes lograron entrar en la rosca de conocidos de los militares, vendiendo sus conciencias a cambio de un puñado de dinero y eso es otra historia.
Las condiciones del país y del mundo de aquella época, no son las mismas de ahora. Antes, casi nadie trabajaba los domingos y los turnos rotativos eran para pocas industrias. Hoy, hay actividad dominical y las industrias con turnos rotativos es más habitual de lo que se cree.
Algunos se quejan de las medidas del Código y muchas veces se les olvida que con Código o sin Código han hechos grandes fortunas. Desde mi punto de vista, es un asunto de conciencia.
Independientemente de aquellas cosas que deben alejarse de la explotación del trabajador, de la viveza de algunos empresarios y la irresponsabilidad de algunos trabajadores, se entiende, la división entre el Capital y el Trabajo. Uno pone su plata a propio riesgo y el otro alquila su mano de obra.
Sin embargo, en nuestra era moderna y de una gerencia estratégica, considero justo, mirar a ese trabajador, que te ayuda a generar riqueza. Que reciba a cambio algo más que el salario. No necesariamente tiene que ser dinero. Pueden ser aquellas cosas que le provoquen tranquilidad y que lo ayuden a mejorar de manera integral su calidad de vida. Las empresas pueden ayudar a los trabajadores en su educación, control de su salud, etc.
Un detalle importante a todo lo que he escrito. Muchos empresarios han contribuido con el desarrollo de sus trabajadores de manera voluntaria, pero siempre queda la sombra de que esa voluntariedad se convierta en una exigencia, sin importar los tiempos malos, cuando se entra en una negociación colectiva.
Los derechos de los trabajadores deben respetarse siempre, pero llegó el momento de incorporar legislación moderna, legislación justa y sobre todo una legislación humana.
Consideraciones del autor
Tenemos que levantar las voces de protesta, denunciar, participar, deplorar, repudiar y todos aquellos verbos que puedan manifestar nuestro total rechazo a los que esté malo.
Agradezco a mis lectores y amigos por sus comentarios a mis escritos.
Gracias por leer mis aportes en este blog. Recuerda: El conocimiento es infinito… y gratis.