No tengo que ir muy lejos para saber que soy afrodescendiente. Mis dos abuelas y mis dos bisabuelas eran negras. Con mis abuelos y bisabuelos, ya la cosa era otra. Por las fotografías y la información que obtuve al pasar de los años, de boca en boca, comprobé que la mezcla de razas ya tenía un mayor acento en esta parte de mi familia.
Antes de seguir, debo decir que las expresiones y/o términos, que use en este artículo de mi blog, son aquellas que conoce la gente de toda la vida, en donde no hay un racismo marcado y que son expresiones que han significado alguna particularidad del término, más que un aspecto despectivo.
Cuando era niño, la palabra chombo, se usaba para identificar a personas que eran de piel oscura y que hablaban otro idioma. Generalmente el inglés. Aunque también recuerdo que había personas con las mismas características, pero hablaban francés. Recuerdo a una señora que le decían la Fula. Blanca, de ojos verdes, hablaba inglés y francés. Con el cabello apretado (pelo duro). Su padre fue un trabajador francés del canal y su madre una negra linda que vino de las Antillas francesas. Pongo este ejemplo, para ilustrar que hemos sido una mezcla de muchas razas y culturas. La piel negra viene de África y de eso no hay discusión.
Cuando los colonizadores decidieron cambiar la mano de obra de los indígenas por la mano de obra africana, ante la recomendación y luego ambivalencia de Fray Bartolomé de la Casas, en esos repartos y encomiendas de la época, se abrió una puerta para que nuestra cultura llegara hasta acá. La forma como se nos trajo, es lo criticable. Pero también fue criticable la forma de cómo se trató a los colonizados, hasta llegar al punto de casi el extermino de aquellas culturas autóctonas de América, y que han quedado dispersos por muchos rincones del continente.
No sé, si mi descendiente directo africano lo secuestraron cuando fue al bosque a buscar un árbol para hacer un tambor, como a Kunta Kinte. Tampoco sé, si mi familia fue miembro de alguna tribu dominante en aquel entonces, como tampoco sé si mis antepasados fueron negros ladinos o bozales. Para efectos prácticos a mí no me interesa. Lo digo de buena fe. Yo soy descendiente de negros y punto. Mi familia se ha mezclado con un sinnúmero de etnias.
Participo en las actividades del mes de la Etnia Negra. Sin embargo, no soy partidario de hacer diferenciación de esos temas. Es más, me parece que, afirmando que tienen derecho a ello, que fueron aprobaciones con matiz político. El nacimiento de este país, la construcción del Canal y en otras cosas, participaron mucha gente. Que si el grado de participación de los negros fue mayor… seguro. En nuestro país hay mucha gente de muchas culturas. Algunos tratan de mantenerse en su círculo étnico cultural. Otros no tiene reparos en aceptar culturas diferentes, etc.
Simplemente orgulloso de lo que soy y de dónde vengo. No me importa nada más.
Eso sí, respetando de otros, lo que son y dónde vienen mis amigos. Sea cual sea su etnia o grupo social. Allá, en la orillita donde termina la vida, seguro no te preguntarán si eres negro, chino, blanco, etc . Lo que me atrevo a afirmar, es que te preguntarán si fuiste racista o no…y no podrás mentir.
Consideraciones del autor
Tenemos que levantar las voces de protesta, denunciar, participar, deplorar, repudiar y todos aquellos verbos que puedan manifestar nuestro total rechazo a los que esté malo.
Agradezco a mis lectores y amigos por sus comentarios a mis escritos.
Gracias por leer mis aportes en este blog. Recuerda: El conocimiento es infinito… y gratis.