El desarrollo de las comunidades y las oportunidades de acceder a centros educativos cercanos a las áreas donde vivimos y/o trabajamos, son algunos temas que se han estudiado para establecer negocios, y en teoría, a la asignación de recursos a las comunidades.
Muchas veces, la asignación de esos recursos, está definida por la densidad de la población de esas comunidades. Las universidades no escapan a esa realidad.
Todos hemos visto el crecimiento explosivo y desordenado de asentamiento poblacionales en el Distrito de San Miguelito. Más allá de ese fenómeno, que ya no es tan fenómeno, sino una necesidad para muchos. Esta situación, de alguna forma, va acompañada de las exigencias y necesidades de vivienda, servicios básicos y educación entre otros.
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El ser humano, jamás podrá definirse por el lugar donde vive, ni mucho menos por la casa que habita. Desde que nació San Miguelito, la construcción de Cerro Viento, San Antonio, El Crisol, la creación en los años 70 de las barriadas construidas por el gobierno Los Andes #1 y #2, Cerro Batea, Torrijos Carter, Santa Librada, Mano de Piedra y luego las otras de gente con mejor nivel socio económico. Todos estos sectores han buscado alternativas en el área educativa y con ello la educación superior.
En ese devenir de necesidades, la Universidad de Panamá hace 28 años emprendió el proyecto de contribuir con un Centro Regional, el Centro Regional Universitario de San Miguelito, como aporte a la parte académica de la educación superior, que diera cobertura al mismo San Miguelito y a las áreas de Panamá Norte y parte de Panamá Este.
Ya hemos visto como en nuestro país, los grandes centros educativos han tenido un comienzo con tropiezos, ya sea por falta de asignación de recursos, su organización en base a su crecimiento, entre otros. El Crusam no escapó a este proceso. Inició en las instalaciones del Instituto Ángel Rubio y fue tanto el éxito de su creación que en 1995 trasladó sus actividades a las instalaciones del Instituto Rubiano y todavía necesitó más, ocupando aulas en las Escuela León A. Soto y Jerónimo de Ossa.
Hoy día sus instalaciones formales están ubicadas en el Centro Comercial la Gran Estación, mientras se construye una sede permanente, nueva y moderna, en los terrenos adquiridos por la Universidad de Panamá, en la comunidad de Chivo Chivo. Muchos han contribuido a este esfuerzo, que aspiramos se haga en una realidad pronto.
Las instituciones académicas además contribuir a crear un flujo positivo de conocimientos, deben identificarse con las necesidades de la comunidades. San Miguelitos y sus comunidades aledañas exigen que eso sea así y que se brinden opciones de mejorar su calidad de vida por la cercanía a esas instituciones. El Crusam está orientado a promover eso. Por eso y más, felicidades familia Crusamtina en sus 28 aniversario.
Agradezco a mis lectores y amigos por sus comentarios a mis escritos.
Gracias por leer mis aportes en este blog. Recuerda: El conocimiento es infinito… y gratis.