Las separaciones son algo muy difícil para los niños y no solo importa la forma en que se les dice que mamá y papá ya no van a vivir más juntos, sino también la forma en la que se actúa. Existen algunos tips para hacer las cosas lo más naturales posibles y con el mayor respeto hacia tu ex pareja, aunque del decir al hacer hay un paso muy grande.
01) No es tu culpa: Siempre dejar en claro que no tuvieron nada que ver con el divorcio o separación. Que siempre los querrán y que siempre serán sus padres. Hay que aligerarles la carga, porque muchos niños sienten que ellos son el principal motivo de discordia en la pareja.
02) Mamá y papá son iguales: Nunca hay que hablar mal de tu ex pareja delante de los niños o desacreditarlo. Ellos se sienten tanto parte de mamá como de papá y si perciben que se habla mal de uno de ellos, también sienten que hablan mal de ellos. Además, cuestionar la autoridad de uno de los padres es cuestionar la de ambos. Hay que evitar la frase 'No le hagas caso' o 'no le escuches', porque el niño toma ese concepto y lo aplica a ambos, no solo a uno.
03) Ellos importan más: Hay que tener muy claro que los intereses y deseos del niño van primero. No importa si nosotros no queremos verles la cara o que nuestros hijos cada vez que lo ven pasen tiempo con la mujer con la que te engañó, o con los suegros que te sabotearon la relación, etc.
04) Las visitas son sagradas: Los niños tienen que ver a los dos padres por igual. Muchas veces nosotros no queremos que los visiten tanto y otras son ellos quienes se desligan, pero las visitas deberían ser inamovibles. No se trata de faltar al doctor o a una reunión de trabajo. Es el tiempo con tus hijos. Si uno de los papás no lo entiende, hay que tratar de que lo haga con la mayor sutileza posible y si no se puede, hay que dejar de aceptar excusas y reorganizar las cosas en beneficio de ambos. Si uno de los padres no puede respetar sus horarios, todo el mundo no puede adaptarse a él. Debe ser a la inversa.
05) Dos casas, mismas reglas: A pesar de que ellos van a tener dos casas, las reglas siguen siendo las mismas. No hay que educar por separado, sino que se continúa haciendo todo entre dos. Debemos evitar la frase 'en mi casa se hace lo que digo' o 'en mi casa son mis reglas'. En todos lados se hace lo mismo y se respeta lo mismo. Hay que tener comunicación fluida con el otro padre para que se respeten las mismas cosas.
06) No preguntes: Es lógico que cada vez que regresen de la casa del otro padre queramos preguntarles qué hicieron, pero esto los hace sentir presionados o interrogados y los incomoda. Nunca hay que preguntar cosas específicas, sino más bien cosas generales como '¿La pasaste bien?' o '¿Qué hiciste de divertido?'. De esta forma ellos contarán lo que quieran y cómo quieran, con más o menos palabras o más o menos detalles.
07) Debes ser inmutable: Mantener la calma no alcanza, hay que ser inmutable. No puedes llorar frente a ellos, ni gritarle a tu ex, ni perder la cabeza o tener un ataque de nervios. Ellos no deben notar ningún cambio. Con esto no quiero decir que seas un robot, sino que sigas con tu rutina lo más parecido posible.
08) No comparemos: Ni mamá ni papá hacen un mejor trabajo que el otro. Sin importar cuánto haga cada uno, lo importante es lo que se transmite. Siempre uno sacrifica más que el otro, pero eso no implica una mejor labor. El trabajo más difícil no siempre es el mejor. Si los niños están felices con ambos, la tarea de los dos está cumplida. No hay que pensar que con papá se divierten porque es solo pura diversión y salidas, mientras que a mamá le tocan los retos diarios. Cada uno aporta algo valioso, ni mejor ni peor, solo diferente.
09) Sentido común: Al momento de arreglar visitas, vacaciones u otras cuestiones de tiempos, hay que cernirse al sentido común, no solo a un acuerdo legal. Hay que tratar de pensar antes de recurrir a un papel y solo si esto no funciona, se recurre a lo legal.
10) Los hijos no tienen precio: Las cuotas alimenticias no deberían ser una cuenta fría y calculadora o una puja entre padre y madre. Los hijos no tienen un valor y los papás no deben verlo como dinero que le dan a su ex y las mamás no deben tomarlo como plata que le sacan a ellos. Aquí no gana ni pierde nadie, porque todo va para el niño. Si el papá se niega a entregar más plata, que compre cosas. Si la mamá se niega a aceptar menos, que piense otros complementos alternativos (pagarle clases de música, idiomas, etc.). Siempre hay soluciones si se dejan de lado los intereses egoístas.
Estos 10 consejos son una guía muy básica y cumplirlos a todos es realmente difícil, porque por una razón nos separamos: no nos entendemos con el otro. Va a ser una tarea muy dura y hay que hacerla lentamente.
Algo que no incluí dentro de los consejos, pero que también es muy importante, es la nostalgia. Este sentimiento seguramente invada a los niños o incluso a ustedes. Ellos dirán 'quiero que vuelva papá' o 'quiero volver a mi casa', pero hay que saber manejarlo con juegos, distracciones o cosas que le resten importancia a ese intento de regresar a lo conocido por miedo a lo nuevo. Incluso nosotros extrañaremos ciertas cosas o aspectos de nuestra vida anterior, pero los cambios siempre son así. Es normal querer lo viejo y lo nuevo a la vez, pero se gana y se pierde con ambos.
Fuente: Babycenter